100 años de Teoría de la Relatividad Bienvenido
a esta breve introducción a la Teoría de la Relatividad
de Einstein. En esta página
Web se irán publicando los contenidos de los cuatro programas
sobre Relatividad
que Luis Argüelles y la periodista Sonia Avellaneda
desarrollarán los lunes de
Junio de 2005 de 13:00 a 13:30 coincidiendo con la celebración
del centenario
de la publicación de los artículos de Einstein en 1905. El formato
de entrega adopta la forma de un documental de divulgación
científica en
televisión con cuatro capítulos. Como podrá
comprobar a continuación, se destacan
en azul aquellos comentarios que ambientan el documental. En realidad,
puede
usted imaginarse que lo que va a leer a continuación es un
guión de Televisión.
Espero que disfrute. Luis Argüelles
Presentadora: Arthur
Eddington fue uno de los grandes
físicos Ingleses del siglo XX, y uno de los primeros en aceptar
completamente
la Teoría de la Relatividad de Einstein. A principios del siglo
pasado, un
periodista de la BBC le entrevistó en la radio, empezando su
conversación con
una pregunta: - Se dice, Profesor
Eddington, que es usted una de las
únicas cinco personas en nuestro planeta que comprenden la
Teoría de la
Relatividad. Hoy en dia, la
Teoría de la Relatividad es clave para
comprender la evolución del Universo asi como esas entidades
astrofísicas tan
complejas como las estrellas de neutrones y los agujeros negros. A un
nivel mas
cercano, la energía nuclear debe su tributo tambien a las ideas
de Einstein, y
mas recientemente, la precisión que ofrecen los satelites GPS
sería imposible
de alcanzar sin tener en cuenta las Teorías de la Relatividad,
asi que la
próxima vez que viaje en avión, tenga en cuenta que de
alguna forma, gracias al
científico aleman, su avión nunca perderá el rumbo. Le invitamos a descubrir
con nosotros la Teoría de la
Relatividad. (sonrisa cómplice de la
Presentadoraa):
Nos comprometemos a no mostrar ni una fórmula en todo el
programa y a cambio
solo le pedimos una cierta dosis de paciencia al presentar ciertos
conceptos
que parecerán ir en contra de la experiencia cotidiana. A cambio
le prometemos
que al final de este programa se sentirá usted miembro de lo que
podríamos
llamar “El selecto Club del Profesor Eddington”
La
Presentadora camina por el andén de una estación. Se ve
pasar
gente con maletas y en el fondo algún tren. Si
tiro esta manzana hacia arriba con una cierta fuerza de mi mano,
observaré que
la manzana se eleva una cierta distancia, alcanza una cierta altura y
vuelve a
caer en mi mano describiendo una trayectoria vertical. Lo
hace. Me pregunto que pasará si hago el mismo experimento
dentro de un
tren en marcha. Bien,
ya estamos dentro del tren, así que ha llegado el momento de
tirar de nuevo la
manzana hacia arriba. Como
hemos podido observar, los resultados obtenidos, es decir, la altura
alcanzada
por la manzana y la trayectoria vertical son exactamente las mismas que
las que
he obtenido anteriormente en el andén de la estación. Fue
el físico y astrónomo
Italiano Galileo Galilei quien primero se percató en el siglo
XVI de que
cualquier experimento con cuerpos en movimiento produce los mismos
efectos sea
cual sea el marco inercial en el que se desarrolle. Tanto en la
estación, como
aquí dentro del tren, el movimiento de la manzana es el mismo.
Sin embargo los
físicos son muy curiosos y gustan de comparar unos laboratorios
con otros. En
el caso que nos ocupa, ¿como se ve el movimiento de nuestra
manzana desde el
andén?. Y de forma simétrica, ¿como vemos el
movimiento de la manzana desde
nuestro tren en marcha si alguien está haciendo el mismo
experimento en el
andén? Comentarios voz en off: El
que esta en el anden ve que la manzana describe una parábola
hacia delante (en
el sentido de avance del tren). El que esta en el tren ve que la
manzana de la
persona del anden describe una parábola hacia atrás con
respecto al avance del
tren. La forma exacta de la parábola depende, además de
la fuerza con la que
impulsamos la manzana hacia arriba, de la velocidad relativa entre
ambos marcos
de referencia inerciales, el tren y la estación. El conjunto de
ecuaciones que
nos permite pasar de un marco a otro se llama Relatividad de Galileo. A
principios del siglo XX, Einstein estaba especialmente concentrado en
los
conceptos mismos de espacio y de tiempo. Para avanzar en sus
razonamientos, y
debido a lo frecuente del transporte por tren en la Centroeuropa de
entonces,
sus pensamientos utilizaban experimentos mentales en trenes y en
andenes, pero
con una importante diferencia con respecto a los trenes tradicionales:
sus
velocidades relativas eran cercanas a la velocidad de la luz. Estoy
sentado/a justo en el medio de un vagón de un tren de muy alta
velocidad. En
realidad, circula a casi la velocidad de la luz, no me
preguntéis como se las
ha arreglado la compañía de ferrocarriles para lograrlo.
Como se mueve a
velocidad uniforme, constituye un marco de referencia inercial donde
puedo
tirar la manzana hacia arriba y la experiencia será
idéntica a lo que sucedía
en el tren de baja velocidad y en el andén. Sin embargo, ahora
vamos a hacer un
experimento mas sofisticado. En cada extremo del vagón hay una
puerta que se
abre y cierra mediante una célula fotoeléctrica que hemos
colocado a tal fin. Ahora,
desde el medio del vagón, voy a utilizar una linterna especial
que tiene no un
reflector sino dos, de forma que esta linterna es capaz de iluminar
simultáneamente hacia delante y hacia atrás. Con mi mano
colocada exactamente
en el medio del vagón puedo dirigir simultáneamente un
haz de luz hacia cada
puerta en los extremos del vagón. La pregunta importante es:
¿se abrirán las
puertas simultáneamente? Al
estar situados en el centro del vagón, la distancia desde la
linterna hasta las
puertas es exactamente la misma, y como la luz viaja siempre en
cualquier
dirección a una velocidad constante, las dos puertas se abren
simultáneamente. Esto
parece ser tan evidente que empiezo a sospechar que la teoría de
la Relatividad
está empezando a parecerle extremadamente sencilla :), pero de
nuevo por
asuntos de simetría, debemos preguntarnos como ve nuestro
experimento con
linternas un espectador que esté en reposo relativo en el
andén de la estación. Hemos
congelado la imagen justo en el momento en el que el viajero acciona su
linterna en el centro del vagón. No hay duda para el observador
del andén de
que el viajero está perfectamente situado en el mismísimo
centro del vagón.
Ahora vamos a imaginarnos que todo transcurre a cámara lenta:
Nada mas apretar
el botón de la linterna, dos rayos de luz se dirigen hacia las
puertas del
vagón, situadas en los puertas A y B, pero este tren,
recordémoslo, circula
casi a la velocidad de la luz y por tanto, las diferencias en velocidad
de las
puertas del vagón con respecto a la luz no son muy grandes. En
realidad las
puertas se mueven mas lentamente que la luz, pero no mucho mas
lentamente.
Estamos en un tren muy extraño! Antes de que la luz haya llegado a las puertas, y al ser la velocidad del tren cercana a la de la luz, la puerta B se habrá “acercado” al rayo de luz que viene de la linterna, mientras que la puerta A se habrá “alejado” de la linterna, con lo cual el rayo que se dirige a la puerta B llega antes a ella que el rayo que se dirige a la puerta A, y por tanto, nuestro amigo que está observando todo el experimento desde el anden de la estación concluye que la puerta B se abre antes que la puerta A. Ahora vemos
a la Presentadora en la estación Cuando
dos marcos de referencia inerciales se mueven uno respecto al otro a
velocidades cercanas a la de la luz, las ecuaciones de la relatividad
de Galileo
no sirven porque sencillamente no existe ni un tiempo ni un espacio
absoluto.
Einstein afirmó que no tenemos la mas ligera noción de lo
que es el espacio ni
lo que es el tiempo, explicándose todo de forma mucho mas
sencilla si admitimos
la existencia de un espaciotiempo donde lo que llamamos “espacio” y
“tiempo”
son solo como dos “sombras” de una misma entidad. Esto es mucho
más fácil de
comprender si abandonamos las estaciones de trenes y nos vamos primero
a la
montaña y después a una playa. Al menos estaremos en
pleno contacto con la
naturaleza!. Esto lo veremos la semana próxima. Unificación del
espacio-tiempo La
presentadora se encuentra en una alta montaña,
como por ejemplo El Naranjo de Bulnes. Presentadora: Nuestro
planeta está constantemente recibiendo
rayos cósmicos de muy altas energías procedentes del
espacio exterior. Cuando
estos rayos cósmicos se encuentran con las capas más
externas de nuestra
atmósfera estos encuentros producen unas partículas
subatómicas llamadas
“muones” que se desintegran en muy breve espacio de tiempo, dando lugar
a un
electrón, un neutrino y un antineutrino. En realidad, y debido a
estos procesos naturales de
desintegración, la vida media de un muón es tan breve que
ya en esta montaña
situada a muchos metros de altura sobre el nivel del mar, un gran
porcentaje de
los muones producidos en la partes superiores de la atmósfera se
han
desintegrado, pero es perfectamente posible para los científicos
construir un
detector de muones y verificar que a esta altura los muones son
todavía
detectables. Música
clásica con paisaje, fundido y paisaje en
playa a nivel del mar. El presentador entra en campo de nuevo. Ahora estamos a nivel del
mar en la Playa de San Lorenzo.
Teóricamente, los muones, bajando a casi la velocidad de la luz,
necesitarían de
unos 35 microsegundos para alcanzar la altura a la que hemos
descendido. El
problema es que estos 35 microsegundos ya es demasiado tiempo para la
vida de
los muones. En otras palabras: las ecuaciones físicas
tradicionales nos dicen
que ningún muón vive lo suficiente para alcanzar el nivel
del mar.
Teóricamente, todos “mueren” en el trayecto que hacen desde las
capas altas. Pero, es esto así
realmente?. Los científicos
han instalado contadores de muones a nivel
del mar y los han detectado!. En realidad, si pudiésemos seguir
la pista a un
millón de muones empezando su viaje a 10.000 metros de altura,
veríamos que
llegarían aproximadamente unos 50.000 a nivel del mar. Cual
puede ser la
explicación? Como ya hemos visto con
los trenes circulando a velocidades
próximas a la velocidad de la luz, los cuerpos en movimiento a
velocidades
relativistas experimentan un cambio en el comportamiento del tiempo, de
forma
que los relojes que viajan con ellos, por así decirlo, “atrasan”
con respecto a
alguien que esta en reposo relativo observando el fenómeno. Como
los muones
vienen hacia nosotros a velocidades cercanas a la de la luz, observamos
que su
tiempo de vida media se “estira” (la
presentadora hace
un gesto de estiramiento con las manos) de forma que a algunos
de estos
muones les da tiempo suficiente a llegar al nivel del mar. En realidad,
solamente mediante la teoría de la Relatividad de Einstein es
posible explicar
la detección de estas partículas a nivel del mar. Que opinarían de
esto nuestros hipotéticos amigos los
muones?. Estarían de acuerdo con nuestra descripción de
los hechos? Desde el punto de vista
de los muones, las cosas no suceden
de este modo. Para ellos el tiempo fluye de modo normal y sus relojes
mueven
las manecillas a una velocidad normal. Ellos no perciben que su tiempo
se
dilate. Además, para ellos, es la superficie de la tierra la que
se dirige
hacia ellos a velocidad cercana a la de la luz, con lo cual observan
todos los
objetos de nuestro planeta contraídos en altura, (sonrisa
del presentador) incluidas las montañas. En realidad,
ellos no perciben
un viaje de 10 kilómetros a través de nuestra
atmósfera, sino que lo que miden
es un viaje de tan solo 2 kilómetros, y por tanto,
al ser el trayecto “relativamente” más corto,
muchos ellos tienen suficiente periodo de vida como para alcanzar el
nivel del
mar. El aparente antagonismo de estas dos versiones se produce como consecuencia de tratar de explicar el fenómeno desde el punto de vista del espacio desligado del tiempo, como dos conceptos distintos. Einstein nos enseñó que el espaciotiempo conecta “elásticamente” lo que nosotros denominamos separadamente espacio y tiempo. Es esta elasticidad lo que hace que lo que unos ven como una elongación del tiempo, otros lo ven como una contracción del espacio. No se preocupe excesivamente si los conceptos que hemos expuesto le parecen complejos. Quédese con lo más importante: No existe un espacio ni un tiempo absolutos y desconectados uno del otro. Lo que verdaderamente existe es una entidad llamada espaciotiempo, siendo nuestra mente la que para hacernos la vida mas fácil separa esta característica del universo en un espacio y un tiempo que tanto trabajo nos cuesta definir. Presentadora: Las ideas
desarrolladas por Einstein tuvieron
un fuerte impacto en la sociedad de hace 100 años, y no solo la
gente de a pié
tenía serias dificultades para comprender la teoría, sino
que incluso muchos
científicos mostraron serias reticencias a aceptar una
teoría que se apartaba
tanto de las experiencias cotidianas. Para tratar de encontrar
resquicios a la
teoría de la relatividad se desarrollaron una serie de paradojas
para las
cuales la Relatividad aparentemente parecía no tener respuesta.
Es decir, se
buscaba algún tipo de contradicción que fuese en contra
de la teoría. La más
famosa de todas ellas es la llamada “Paradoja de los gemelos”. Presentadora: Imaginemos
que dos hermanos gemelos van a
vérselas con la relatividad en forma de un viaje espacial hasta
Tau Ceti, una
estrella muy semejante a nuestro sol y situada a casi 12 años
luz de nuestro
sistema solar. Uno de los gemelos está muy excitado con la idea
de que siendo
una estrella tan semejante a la nuestra tal vez encuentre algún
tipo de
civilización por allí. El otro gemelo, de carácter
menos aventurero, decide
quedarse en casa atendiendo al resto de la familia y otros menesteres.
Se asume
que se dispone de una nave espacial que viaja a un 95 por ciento de la
velocidad de la luz. Para el gemelo que queda en la Tierra, el viaje de
ida y
vuelta de su hermano será de casi 25 años, mientras que
según la dilatación del
tiempo a velocidades relativistas, para el gemelo viajero transcurren
solo algo
menos de 8 años. Presentadora: La Agencia
Espacial Europea, y eso que hemos
insistido, no ha sido capaz de suministrarnos ninguna nave espacial que
alcance
velocidades cercanas a la luz, así que hemos tenido que
conformarnos con un
coche para representar el viaje, donde imaginaremos que Tau Ceti
está justo al
otro extremo de la pista de aterrizaje de este aeropuerto. (La presentadora saca sonriente de un bolso una
manzana).
Como podemos ver, llevamos algo de comida por si tenemos hambre en el
viaje. Presentadora desde dentro
del coche: Bueno, parece que ya
estamos llegando a Tau Ceti. Que excitación! (la
presentadora deja la manzana encima de una superficie plana dentro del
coche,
donde queda inmóvil –esto es importantísimo, como veremos
en seguida-).
Echemos un vistazo por la ventanilla: Presentadora hablando
desde la pista, a pie de hangar:
Nuestro viaje de ida ha sido realmente placentero y estamos deseosos de
contar
que hemos encontrado vida en Tau Ceti!. Desgraciadamente nuestro
presupuesto
nos impide quedarnos y hacer amigos, así que nada mas llegar a
Tau Ceti
continuamos viaje de vuelta hacia la Tierra. Presentadora: Bueno, ya
estamos llegando, la verdad es que
nuestro viajero tiene ganas de ver a su hermano. Han pasado unos
cuantos años. Presentadora: Todo esto
está muy bien. El gemelo en Tierra
ha envejecido más que el gemelo viajero. Pero, cuando sale de
viaje, ¿Cómo
percibe el gemelo viajero toda la experiencia?. (imágenes del
gemelo viajero
dentro del coche “viajando” y voz en off de la presentadora). El gemelo
viaja a
velocidad constante, por lo que, al igual que sucede con los trenes,
puede
pensar que el está en reposo y es su hermano en Tierra quien se
aleja de él a
velocidad cercana a la de la luz (se ve
imagen
alejándose del gemelo en tierra desde la luneta trasera del coche)
y
después de transcurrida la mitad del viaje, se acerca entonces a
la misma
velocidad. Como el que ahora “viaja” es el que se queda en Tierra,
resulta que
cuando se encuentran, el gemelo que ha envejecido es el que va dentro
del
coche. Presentadora: Y esta es
la verdadera paradoja: ¿Quién es el
que envejece, el que va en la nave espacial (coche) o el que permanece
en la Tierra?.
¿O no envejece ninguno?, o lo que se trataba de poner en tela de
juicio, ¿será
falsa la teoría de la relatividad?. Hagamos de nuevo el viaje
fijándonos con un
poco mas de detalle. (la presentadora, sin
hacerse ningún
comentario específico, lleva de nuevo la manzana en la mano
mientras se sube al
coche) El quid de la
cuestión está en la llegada a Tau Ceti. Si
queremos volver a nuestro planeta solo tenemos dos opciones, o bien
detenemos
nuestra nave espacial, es decir el coche, hacemos maniobra y damos la
vuelta, o
bien, seguimos a velocidad constante y efectuamos una curva de 180
grados
alrededor de Tau Ceti. Por simplicidad vamos a elegir esta
última opción. Presentadora: Veamos esta maniobra desde el interior de la nave. Antes de llegar a Tau Ceti vamos a velocidad constante y nuestra nave constituye un marco de referencia inercial donde todos los objetos están en reposo relativo. Sin embargo, nada más empezar a tomar la curva, los objetos, como por ejemplo nuestra propia manzana, empiezan a sufrir aceleraciones que hacen que se mueva (se ve como la manzana rueda sobre la superficie plana dentro del coche), lo que indica que no nos encontramos en un marco de referencia inercial. Resulta que la Teoría Especial de la Relatividad solo considera fenómenos que ocurren en marcos de referencia inerciales y la paradoja de los mellizos, al requerir una maniobra para cambiar el sentido de la nave espacial y regresar a la Tierra, no se desarrolla enteramente en un marco de referencia inercial, así que el planteamiento de esta paradoja, por así decirlo, no es de su incumbencia. Con otras palabras: La paradoja de los mellizos no cumple lo que podríamos llamar las reglas de juego de la Relatividad Especial.
Voz en off: Cuando los
marcos de referencia no son
inerciales, es decir, hay aceleraciones, la teoría especial de
la Relatividad necesita
ser ampliada a una teoría más ambiciosa. Einstein
tardaría 10 años en
desarrollar esta ampliación y a pesar de su gran capacidad
intuitiva, tuvo
algunas fases de estancamiento en sus investigaciones. Un día
cualquiera de los
primeros años del siglo XX Einstein se encontraba en una terraza
(la cámara enfoca ahora sobre
Einstein en la mesa de la
terraza) de la ciudad de Berna reflexionando sobre el
espaciotiempo y
tomando notas de todo cuanto era de interés científico
para el. No muy lejos,
un carpintero trabajaba en el acondicionamiento de un edificio.
Desgraciadamente un tropiezo le hizo caer del andamio en el que
trabajaba al suelo. - Pero hombre de Dios, en
que estaba usted pensando? Presentadora (caminando por el
Oviedo antiguo. La figura de Einstein se ve detrás, desenfocada):
Fue el
propio Einstein quien siempre reconoció que esta anécdota
fue el momento mas
revelador de su carrera científica: “mientras caía
sentía que no caía”, repite
la voz en off pausadamente. Einstein tuvo la
visión de darse cuenta del hecho de que un
objeto en caída libre está sujeto al espaciotiempo. O
dicho con otras palabras,
caer libremente es el estado natural de las cosas en un campo
gravitatorio como
el que existe en nuestro planeta. En realidad, cuando estamos de
pié,
caminando, o sentados en un sofá no caemos ya que existen
objetos que nos
“sostienen” (la presentadora hace un gesto
de
sostenimiento con las manos). La pregunta que Einstein se
formuló a
continuación fue la clave para la comprensión de una
nueva física e incluso
para una nueva comprensión del Universo: ¿Qué
relación existe entre gravedad y
espaciotiempo? Presentadora: La
respuesta de Einstein fue de nuevo
sorprendente: Las concentraciones de masa o energía deforman el
espaciotiempo,
y este, una vez deformado, es el que rige el movimiento de los cuerpos.
Esto
que acabamos de decir, y que seguro que en este momento se le ha
atragantado (sonrisa pícara de la
presentadora) es la esencia
misma de la Teoría General de la Relatividad. Vamos a subir a
una de las
habitaciones de este hotel donde haremos una analogía, simulando
un
espaciotiempo de dos dimensiones. Le garantizo que lo que vamos a ver
le
resultará revelador. Voz en off: Vamos a
imaginar que la superficie de esta cama
es el espaciotiempo, pero en solo dos dimensiones. Como podemos ver,
sobre esta
superficie, que vemos perfectamente plana, hay colocadas una serie de
manzanas
que están en reposo relativo unas respecto de las otras. Veremos
ahora qué
ocurre cuando como hemos dicho una concentración de masa aparece
en escena. La siguiente
imagen muestra a la modelo de
espaldas y a la presentadora iluminada por la luz de la ventana de la
habitación. Presentadora: La
analogía es ahora clara, nuestra modelo,
representando una concentración de masa, al sentarse, deforma el
espaciotiempo,
es decir, la superficie de la cama, y esta deformación es la que
rige el
movimiento de las manzanas, que se sienten inmediatamente
“atraídas” (hacer un buen
énfasis) por ella. Se diría que nuestra
modelo ejerce sobre las manzanas algo que podríamos llamar
“gravedad” (muchísimo énfasis
y cara de la presentadora como quien
enseña un secreto importantísimo a un niño).
Ahora
la imagen muestra las manzanas pegadas a la falda de la modelo. Voz en off: Como podemos
observar, las manzanas están en
contacto con nuestra modelo, después de haber experimentado un
cierto tiempo de
caída libre. De la misma forma, todos las cosas que vemos en
nuestro planeta
están atraídas por el. Es decir, la gravedad es
simplemente una cuestión de
deformación geométrica del espaciotiempo. (De nuevo se
muestran a cámara lenta las imágenes donde la modelo se
acerca a la cama, se
sienta y las manzanas se dirigen hacia ella). Es importante que
recuerde
siempre estas imágenes por que como hemos dicho son la esencia
misma de la
Relatividad General: Las concentraciones de masa o energía
deforman el
espaciotiempo, y entonces el espaciotiempo rige los movimientos de los
cuerpos.
Pero hay más: Voz en off: Si impulso
una de las manzanas, veremos que la
manzana se mueve en forma rectilínea (se
ve la acción),
aunque debido al rozamiento entre la manzana y la cama, el movimiento
se
detiene. En un caso ideal, sin rozamiento y con una manzana
perfectamente
esférica, la manzana continuaría su movimiento
rectilíneo. Como será este
movimiento una vez deformado nuestro espaciotiempo? Voz en off: Ahora el
movimiento parece ser en forma de arco,
en forma curva, pero en realidad sigue siendo un movimiento
rectilíneo, solo
que “adaptado” a la geometría existente, es decir, a la
deformación del
espaciotiempo. Es esta misma razón la que hace que la Luna gire
alrededor de la
Tierra y la que hace que los planetas de nuestro sistema solar giren
alrededor
del Sol. Podemos preguntarnos ahora: ¿Si el Sol deforma
efectivamente el
espaciotiempo, existe algún experimento que pueda
demostrarlo?. Eclipses totales de Sol.
La prueba
del 9 Presentadora: Veamos que
aspecto tiene el Sol en un
telescopio especialmente acondicionado para la observación
solar, es decir,
protegido con un filtro específico. Nunca debemos observar el
Sol con ningún
tipo de instrumento óptico sin protección, la ceguera
instantánea está
garantizada. En cualquier caso nos han dicho que el filtro solar de
este
telescopio es completamente seguro. Nuestro Sol tiene una
masa mas de 300.000 veces superior a
la de nuestro planeta encerrada en una esfera de unos 700.000 km de
radio.
Según la Relatividad General, y tal y como acabamos de ver, tal
concentración
de masa debería producir una notable deformación del
espaciotiempo. Nuestra
pregunta ahora es, existe alguna posibilidad de medir dicha
deformación?. Esta misma pregunta se la
hacían los científicos en la
segunda década del siglo pasado, encontrándose con un
suceso astronómico que
les brindaría una ocasión espectacular para comprobar la
teoría: Un eclipse
total de Sol. Un eclipse total de Sol
se produce cuando la Luna se
interpone de día entre la Tierra y el Sol. Por una casualidad
cósmica, sucede
que el Tamaño aparente de la Luna es muy parecido al
tamaño aparente del Sol
visto desde nuestro planeta produciendo así lo que los
astrónomos llaman “el
Sol negro”: Al tapar el Sol, se produce de repente una profunda
oscuridad,
cercana a la de la noche, que hace que las estrellas mas brillantes
aparezcan
visibles durante algunos minutos. Presentadora: Nuestro ya
conocido Arthur Eddington vio en el
eclipse del 29 de Mayo de 1919 la posibilidad de comprobar la
teoría general de
la relatividad a partir de la hipótesis de que la
deformación del espaciotiempo
“doblaría” la luz de alguna estrella situada entre el sol y la
tierra. La luz
viaja siempre en línea recta, pero, al igual que hemos visto en
las manzanas de
la cama del hotel, su trayectoria puede ser percibida no recta, sino
curva por
un obsrvador externo. El eclipse de 1919
ocurriría en el norte de Brasil y en el
Oeste de África, así que tratando de minimizar el riesgo
de mal tiempo,
Inglaterra envió dos expediciones científicas: Una a
Sobral, en Brasil, y la
otra a la Isla Príncipe, en el Golfo de Guinea, donde se
dirigió Eddington. Sin
embargo el tiempo en África no fue totalmente favorable, siendo
la expedición a
Brasil la que disfruto de mejores cielos, pero obteniendo ambas
expediciones varias
fotografías del evento. El 6 de Noviembre de 1919,
después del análisis en
profundidad de las imágenes estelares del eclipse se produjo un
encuentro en la
Royal Society de Londres donde se confirmaban los resultados del
experimento:
Las observaciones eran compatibles con la nueva teoría de
Einstein. (la presentadora saca una manzana
del bolso de la gabardina o de su bolso, etc. con una buena sonrisa)
Por
tanto, las manzanas que tanto intrigaron a Newton al caer del
árbol encontraron
por fin una explicación convincente. La Teoría General de
la Relatividad de
Einstein es la mejor teoría gravitatoria que tenemos a comienzos
del siglo XXI. |